Control de los tubos metálicos procesados
En el control de un tubo metálico procesado, la línea de corte realiza un control de la longitud y otro control de la calidad. Esto puede realizarse en combinación con la trazabilidad, que consiste en marcar cada tubo con una impresora, un láser o una aguja.
Control de longitud
Durante el control de longitud, los tubos se miden uno a uno. Si un tubo queda fuera de las tolerancias especificadas, se separa del resto. A partir de todas las mediciones, se determina el índice de capacidad del proceso (cpk en siglas en inglés). La tolerancia difiere según el producto y la determina el cliente. Los análisis estadísticos de procesos son especialmente frecuentes en las industrias aeroespacial y del automóvil. Además de la medición de la longitud, la medición de una muestra es una práctica recurrente en el control de los productos. En función de las necesidades, la línea de corte automatizada puede realizar el procesado de los productos siguiendo un riguroso sistema de trazabilidad.
Las especificaciones dependen de las normativas
Gracias a la trazabilidad, se sabe cómo y cuándo se ha fabricado un producto. La necesidad de la medición de la longitud depende de cuál sea el uso final de su producto. En este sentido, también le asesoramos. En función de sus necesidades, podemos lograr que la línea de corte indique exactamente qué tubo no cumple las especificaciones. El valor “cpk” se especifica de acuerdo con las normativas del mercado al que va destinado el producto que usted procesa.
Control de longitud automático o manual
El control de la longitud se realiza de forma automática. Combinado con un control manual (absoluto) de la longitud, se pueden fabricar productos que cumplan los requisitos de calidad al 100%.